La continuidad del tráfico de trenes en un incansable recorrido venciendo la sinuosidad y abrupta topografía de los andes del Perú desde hace dos centenas de años, ha ocasionado en el túnel 60, localizado en el PK 173, conocido como “Galera”, una serie de desprendimientos del revestimiento adoptado dentro del túnel, así como, de las paredes desprovistas de revestimiento, producto de las vibraciones producidas por los trenes, falta de

mantenimiento y la antigüedad de los mismos.

Los desprendimientos podrían ocasionar daños en primer lugar a los pasajeros del tren, al material rodante, al personal de mantenimiento e inclusive podrían ocasionar descarrilamientos.